Mañana son las elecciones y yo ya tengo muy claro como voy a votar, anularé mi voto. La verdad me costo trabajo decidirme a hacerlo, será la primera vez que lo haga. Como muchos otros mexicanos estor harto de la suciedad de la política mexicana, he visto con mucho coraje como cada día nuestros representantes demuestran su falta de honestidad y en sus peleas diarias que su compromiso es con su partido, sus cómplices y sus intereses económicos y no con el país. He llegado a un punto en el que no les creo nada.
He perdido la confianza en el sistema democrático en las condiciones en las que se encuentra, la propaganda de los partidos me dice que vote, que no deje que otros elijan por mí, diciéndome que soy libre de elegir la opción que mas me convenza, ¿pero libre de que? De escoger entre las opciones que ellos me dan, de las que ellos ya escogieron para mi, no porque sean las mejores, sino porque para los intereses de cada partido son las mas convenientes, entonces mi voto solo sirve para avalar el negocio de los partidos, de los empresarios que los apoyan y que luego se verán beneficiados con jugosos contratos del gobierno, y de las televisoras que son las verdaderas ganadoras de las campañas electorales.
Porque nuestra democracia no es nada barata, las campañas cuestan a los mexicanos muchísimo dinero, ni hablar de lo que nos cuesta mantener a los diputados y senadores, entonces, ¿porque debo conformarme con ir mañana a darle mi voto al “menos peor”? ni que me estuvieran haciendo un favor.
En las condiciones actuales del sistema político, el mas gandalla, el mas mentiroso y el que tiene mas lana tiene la ventaja, que no me hablen de buenas intenciones porque está claro que para entrarle a ese juego hay que ser marrano. Yo no estoy dispuesto a seguir siendo utilizado para dar legitimidad a este circo, así que mientras la cosa sea así de chueca no cuenten con mi voto. Esto de ninguna manera me aparta de la política, porque si bien uno de esos tipos se aplastara en la silla del congreso, seguirá siendo pagado por mí y yo seguiré exigiendo y al pendiente de cómo hacen ese trabajo.
Para anular el voto solo hay que tachar la boleta de esquina a esquina, no la dejes en blanco, porque hay gente muy traviesa que podría encontrar la manera de dársela a algún partido. No te quedes en casa, sal a votar, y recuerda que hacer un país mejor que el que tenemos no es cosa del día de las elecciones, ni de apoyar a un partido, es de hacer lo que a cada quien le toca desde su propia trinchera.
Gabo
